Plata, Pasaje, Pasaporte

Porque cuando se viaja todo lo demas se puede comprar...

Friday, July 22, 2005

 

Atlanta - Mexico DF / Avion (en el aeropuerto)


Por alguna extraña razón los aviones normalmente deciden llegar todos a la misma hora, al mismo aeropuerto y la espera para hacer inmigración es generalmente larga, sobre todo cuando hay como 10 taquillas y solo uno o dos funcionarios que con o-fi-cial lentitud se dedican a averiguarle la vida y a hacer preguntas estúpidas a todos los que pasan por sus manos. Cuántos días se queda? Y qué viene a hacer? Y en qué trabaja? Y de dónde viene? Y dónde se va a quedar? Y a usted qué le importa y para que me pregunta si ya lo escribí todo en el fulano papelito ese? Es qué no sabe leer? Miran los pasaportes como si buscaran algo o-fi-cial-men-te importante, pero yo creo que en realidad lo que hacen es burlarse de las fotos y de las respuestas en los breaks (no se burlan de los nombres porque… no saben leer).

En esas largas esperas cuando uno viaja solo irremediablemente termina invéntandose alguna manera en que ocupar el tiempo. Leer no es muy práctico porque las maniobras que hay que hacer con el libro, el carry on y todo lo demás para dar el miserable pasito’alante cada vez que alguien se mueve no me dejan concentrar. Hablar con el de atrás o el de adelante no siempre da buen resultado, porque pueden ser como yo y limitarse a contestar con un si o no o, peor aun, pueden ser como una amiga mía y no te la puedes quitar de encima después, por lo que terminas prestándole plata para que se tome un taxi y te deje en paz. A veces me pongo a contar cuante gente hay, cuanta gente hay que lleva computadora, que lleva pantalones oscuros, que lleva chaqueta de cuero, cuanta gente hay que tiene cara de aburrida, que tiene cara de trabajo, que tiene cara de que apenas cruce esas puertas se va a encontrar con alguien que la/o va a llevar a algun lado a pasarsela bien (no son muchos, no se crean, pero si los hay). Enchufarse los audífonos y oir música es una de las mejores opciones, pero eso aun te deja la mente libre y, no sólo eso, libre e inspirada para pensar en algo más.

Una de las primeras cosas que hay que hacer es estimar el tiempo de espera. Si hay más de 20-30 personas delante de uno vale la pena hacerlo. Sin embargo, como el proceso depende de 1) que tan fastidioso sea el interrogatorio de cada funcionario, 2) que tan lento sea cada pasajero, 3) que tan mal hayan llenado el fulano papelito que igual no van a leer y 4) cuantos niños/maletas/sacos carga cada pasajero, pueden ser muy variables los resultados, por lo que se recomienda tomar el tiempo que se tardan por lo menos 5 pasajeros en pasar y hacer un promedio. Saber el tiempo disponible normalmente no sirve de nada, pero por lo menos entretiene por unos 10 minutos.

Esta vez, con una fila de aproximadamente 50 personas delante mio, más un número similar detrás, 3 taquillas y un promedio de 2 minutos por pasajero, además de un alto porcentaje de niños revoloteando por ahí y un grupo de 10 que viajaban en un tour (esos son los más lentos) tenía suficiente tiempo y material para jugar a algo más sofisticado…

Primero hice un rápido sondeo de las personas del sexo opuesto que estaban en la fila y que viajaban solas o por lo menos no con algo que podría obviamente ser la pareja o con hijos. Es decir, los que por alguna remota posibilidad podrían estar disponibles. Habían como 30, un buen número, y la mayoría detrás de mí, lo que me daba más tiempo para jugar. El siguiente paso fue descartar a los que, por razones obvias no iban a funcionar, ya sea porque se veían muy viejos, muy jovenes o muy bajitos (estos criterios de selección pueden cambiar de acuerdo al gusto de cada jugador). Ahora quedaban como unos 15 ‘especímenes’. Ya con menos candidatos pude pasar al siguiente ‘filtro’ que toma un poco más de tiempo y consiste en analizar que tan ridiculizables serían por familia, amigos y yo misma. Desechados los peorcitos, pasé a buscar los mejorcitos entre los que quedaban. Imaginando (mas que nada basada en referencias del pasado) como sería el caracter: este tiene una pinta de parecerser al ex de Gaby que era tan fastidioso, o aquel se parece al latoso que trabajó en el proyecto ese y ese de allá se ve como mi ex-cuñado... hice la siguiente eliminación. Hay unos que verdaderamente asustan.

Después de este filtro quedaron solo 3 ó 4. Estos fueron mirados en más detalle, zapatos, maletas, manos, ropa, corte de cabello (cuanto les queda, si es que les queda). Si estaban sonriendo estúpidamente o si se veían interesantemente serios, si estaban oyendo música o leyendo algo. Uno leía un libro de auto-ayuda… fue desechado en el acto; otro sonreía estúpidamente… punto en contra para él. Ahora solo quedaba uno. No era espectacularmente bonito, pero se veía interesante. Me vio mirarlo y me sonrío y yo me hice la idiota, que no me cuesta, y miré para otro lado. Miré otra vez, seguía mirando hacia acá y volvío a sonreir. No, no, ese no era el objetivo del juego! Era pura estadística… y ahora que iba a hacer?

“El siguiente!” mi turno para ir a inmigración… menos mal.

Comments: Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]





<< Home

Archives

July 2005   August 2005   September 2005  

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Subscribe to Posts [Atom]